Esta semana, ¿y si planificas el vacío en tu agenda? ¿Por qué no declinar esa invitación a reuniones en las que no eres imprescindible? (Porque efectivamente, es probable que no lo seas.)
¿Qué pasaría si le dieras espacio a la confusión, a la exploración, a la conversación libre? ¿Hay temas importantes sobre los que te gustaría tomarte el tiempo para reflexionar?
Cuidado, podrías entrar en un terreno arriesgado… y acabar queriendo representar cosas que, oficialmente, no son tu responsabilidad.
